miércoles, 9 de abril de 2008

La prostitución de la palabra paz y negociación con ETA

El 8 de diciembre del año 2000, los 2 partidos que representan en la actualidad el 92% de los diputados en la cámara de los diputados del congreso, es decir, PP y PSOE, firmaron un acuerdo para llevar a cabo una política antiterrorista contra ETA, organización terrorista que lleva casi un millar de asesinatos a sus espaldas de la forma más cobarde y macabra, bien sea a través del tiro en la nuca o a través de una sentencia de muerte como cuando asesinaron al joven vasco Miguel Ángel Blanco.

Ese acuerdo fue firmado por el actual presidente del gobierno Español, José Luis Rodriguez Zapatero y por Javier Arenas en representación del Partido Popular. Clicando sobre estas palabras pueden acceder a dicho pacto para leer su contenido.

Hasta aquí todo correcto, los dos partidos mayoritarios de la sociedad Española, firmantes de una estrategia común a seguir para derrotar el terrorismo, se ponen de acuerdo en sumar todo su esfuerzo y acción política para derrotar a la banda terrorista. Se ilegalizó el llamado brazo político de ETA, pues se demostró que los partidos de la izquierda abertzale eran parte de la propia estructura de ETA. Se les ilegalizó no por defender la independencia, ya que hay muchos otros partidos políticos en España que también piden la independencia o secesión de España, sino por ser parte de una banda terrorista que lleva realizando una limpieza o genocidio selectivo sobre tod@s aquell@s personas que defendían sentirse vascos y al mismo tiempo Españoles. Es decir, la actividad de la ETA desde su aparición no fue dirigida a luchar contra el franquismo, pues una vez acabado el franquismo, la ETA siguió asesinando, de lo cual se deduce de que lo que realmente a ETA le molesta es la unidad de la nación Española y por lo tanto, le molesta la libertad, la libertad que sesgó de cientos de personas que democráticamente reivindicaban la pertenencia a la nación Española.

Lo grave de esto, no es la actitud de los asesinos, que estaban acorralados política, financiera y socialmente gracias a Jose María Aznar y al pacto por las libertades y contra el terrorismo. Lo grave es que el PSOE mientras aparentaba estar en la lucha contra ETA se reunía con los propios etarras, según palabras de estos para iniciar un proceso de negociación.

Ya en 2004, con Zapatero llegado al poder tras los atentados golpistas que ocurrieron a 3 días de las elecciones, con la intencionalidad de provocar un cambio político ( hay que recordar que todas las encuestas daban ganador al PP incluso con mayoría absoluta ), Zapatero anunció el comienzo de un proceso de negociación con ETA, embadurnado con la palabra paz, es decir, hizo pública su intención de negociar con ETA, negociaciones que ya habían empezado con Zapatero en la oposición traicionando el propio pacto por las libertades y contra el terror que el mismo había firmado. Nos anunció que había dado autorización a contactos con ETA, pero no nos dijo que él ya había estado negociando con los asesinos mientras engañaba a todos los Españoles firmando con el Partido Popular un pacto de no negociación política con ETA.

Lo grave de todo este proceso fue ver como Zapatero adoptaba el lenguaje de la propia organización terrorista, que siempre había presentado la negociación política como una oferta de paz, dando por supuesto que existe una guerra, cuando eso no es cierto. No existe una guerra porque no hay dos bandos. Lo que hay es un sistema democrático refrendado por la mayoría de los Españoles y de los vascos, la constitución de 1978 que fue aprobada en el propio pais vasco y por otra parte hay una banda terrorista que quiere imponer la independencia por la via del asesinato y del terrorismo.

La ETA siempre había coaccionado al estado mediante atentados y nunca se había negociado políticamente con la banda, pero el presidente del gobierno Jose Luis Rodriguez Zapatero, rompió esta costumbre de todos los presidentes de la democracia Española de no negociar políticamente con ETA y llevó a cabo esa negociación, presentada a la sociedad Española como un proceso de paz, prostituyendo la palabra paz , al mismo tiempo que el presidente del gobierno decía que integrantes de ETA como De Juana Chaos u Otegui eran miembros de paz.

Todo este macabro proceso de rendición del estado democrático frente a una banda terrorista de extrema izquierda fue sistemáticamente disfrazado en pro de la paz. La prostitución de la palabra paz y del digno y noble espíritu pacifista para ocultar la rendición de la democracia frente al pistolerismo.

La indignación social fue un clamor, denominado por muchos como la "rebelión cívica", que millones de personas salieron a la calle para decirle al gobierno que no se podía rendir la democracia frente a las exigencias del terrorismo.Lo grave de la situación fue el abandono por parte de los medios de comunicación a todas esas voces de millones de personas que se manifestaron por la democracia y por la derrota del terrorismo. Lo grave fue el ocultamiento, el silenciamiento de ese clamor social de la ciudadanía por la LIBERTAD y contra el terrorismo por parte de unos medios de comunicación totalmente sectarios y volcados en la telebasura y el teleputerío mientras millones de Españoles se agolpaban en las calles contra el proceso de rendición del Estado democrático.

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